Hay que evitar que la labor de la Comisión de la Verdad de México parezca una operación para encubrir una falta de voluntad de presentar ante los tribunales a los probables perpetradores de violaciones graves a los derechos humanos.
Archivos del autor:Jesús Hernández
Los motivos de un obispo antiguadalupano. Eduardo Sánchez Camacho y la polémica de 1896 sobre las apariciones del Tepeyac
El escándalo estalló el 2 de septiembre de 1896. No era para menos. Por primera vez un obispo católico mexicano rompía con la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Ese miércoles el periódico El Universal publicó la carta en que el prelado de la diócesis de Tamaulipas, Eduardo Sánchez Camacho, anunció su ruptura con el papado y reiteró su rechazo a la legendaria aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac. La noticia conmovió a la opinión pública. En las semanas siguientes los periódicos publicaron cartas de apoyo y elogios a Sánchez Camacho por tan radical decisión. Al mismo tiempo, algunos clérigos, obispos entre ellos, y publicistas católicos emprendieron una campaña de impugnaciones y desprestigio contra el dignatario. En octubre los obispos mexicanos llamaron a realizar actos de desagravio en la Basílica de Guadalupe por las supuestas ofensas infringidas por el obispo y sus simpatizantes. En realidad el diferendo había iniciado hacía varios años y era expresión de las tensiones entre el Estado mexicano y la Iglesia Católica, de los juegos de poder al interior de ésta, así como del temperamento y dudas existenciales del prelado.
CUBA ¿PROVINCIA MEXICANA?
Cuando inició de la construcción del Estado mexicano una parte de la clase política e intelectual creía que México debía ocupar el lugar que en Hispanoamérica había dejado el decadente imperio español. Soñaban a México como un imperio en más de un sentido. No sólo tenían el deseo de adoptar una forma de Estado encabezada por un emperador, sino también de que éste imperara y ejerciera su hegemonía sobre un territorio vasto, más allá de las difusas fronteras. Estaban convencidos de que el novel país podía y estaba destinado a ocupar un lugar prominente en el concierto de las grandes potencias del orbe. Este sueño imperial fue alimentado por la desbordada confianza en el potencial económico del territorio antes novohispano, al cual se esperaba agregar los de las capitanías de Yucatán, Guatemala y Cuba.
La malograda colonización europea de la hacienda de San Marcos, Guerrero, 1880-1884
Durante el siglo XIX, en armonía con la obsesión por el progreso, los gobiernos hispanoamericanos promovieron el arribo de migrantes europeos para ocupar las abundantes y fértiles tierras. Estaban convencidos de que éstos, al contagiar con su presunta laboriosidad y superior cultura, contribuirían al desarrollo general de las sociedades autóctonas, integradas mayoritariamente por indígenas, mestizos y mulatos. En México, salvo escasas excepciones, semejantes proyectos fracasaron. Muy lejos quedaron del éxito alcanzado en Sudamérica, en especial en Argentina y Uruguay. Una de las experiencias fallidas tuvo por escenario las tierras de la Hacienda de San Marcos, en la Costa Chica del estado de Guerrero, habitada, entonces y ahora, por gente morena descendiente de indígenas y esclavos africanos. Les cuento la historia.
Los chinos manilos en las Costas de Guerrero: origen del pueblo de San Nicolás, de Coyuca de Benítez
A la memoria de Octavio Navarrete Gorjón. Luchador social incansable, escritor y cronista de Coyuca de Benítez, Gro. Poco se ha escrito sobre la presencia y legado de la población asiática en Nueva España (y en México). Su proporción fue ínfima dentro del total de habitantes, sin embargo, en Acapulco y sus alrededores tuvo cierta …
El cacicazgo de la familia Moctezuma de Chilapa, Gro. Origen y genealogía
La familia del emperador Moctezuma Xocoyotzin fue, sin duda, la más favorecida de las parentelas de la antigua nobleza indígena, tanto social como económicamente. Le fueron asignadas tierras patrimoniales y un importante número de indios tributarios. Su riqueza era superior a la de cualquier otra familia noble indígena, aunque probablemente menor a la que poseía antes de la conquista. Ya entrado el siglo XVII los descendientes de Pedro e Isabel Moctezuma, hijos de Xocoyotzin fueron, además, agraciados con títulos nobiliarios que aún son reconocidos por la monarquía española. A los de Isabel se concedió el título de Condes de Miravalle; y a los de Pedro, el de Condes de Moctezuma. Evidentemente el linaje era mucho más extenso y no pocos de sus integrantes consiguieron canonjías. Una rama de la familia se extendió y echó raíces en Chilapa.
Intriga y fandango en La Quebrada de Acapulco. Peripecias de Mariano Tabares, un mulato conspirador, 1787-1811
A mediados de 1811 el movimiento armado encabezado por José María Morelos, cuyo objetivo era independizar a la Nueva España, estuvo a punto de fracasar. En su seno surgió una revuelta con el propósito, aseguró el escritor Carlos María de Bustamante, de “asesinar a todos los blancos y personas decentes y propietarios, comenzando por el mismo Morelos”. Ignoro con precisión el alcance que tuvo la conspiración, pero con base en el dicho de Bustamante, contemporáneo del suceso, estimo que involucró a más de mil hombres, la mayoría habitantes de las jurisdicciones de Acapulco, Coyuca y Tecpan, en la costa del Pacífico novohispano. Los insurrectos tuvieron algunas escaramuzas con las tropas que Morelos había dejado en Acapulco al mando de Julián de Ávila, sin embargo, fueron derrotados. El líder de los sediciosos fue un orgulloso mulato acapulqueño, cuya historia voy a narrar.
Gran bestia y fenómeno extraordinario de la naturaleza. Martín Antonio Salmerón Ojeda, el Gigante de Chilapa, 1770-1813.
A principios de noviembre de 1796 un episodio insólito alteró la cotidianidad de los habitantes de la capital del virreinato de la Nueva España, el cual quedaría grabado en la memoria colectiva por varios años. Se trató de la presentación del hombre más alto hasta entonces registrado en los anales de la historia novohispana, quien llegó acompañado de un capitán muy bajo de estatura “regordete, cabezón, con grandes patillas rojas”.